Temas del 21º Congreso de Transporte De 400 viajes en un mes, solo cinco han vuelto directamente a España .

20130516-103230.jpg Así se explica un transportista del sudeste de cualquiera de la provincias de Alicante, Valencia o Murcia La tragedia de la importación española y del cabotaje obligada. La realidad es que la importación de productos a España no mejora y puede que hasta esté empeorando, no hay brotes verdes. La realidad es que los que más lo sufren son los transportistas de internacional que llevan las exportaciones españolas principalmente de fruta y verdura. Para ellos el sufrimiento es habitual, ver que el 99% de los camiones, de los viajes, que salen tienen que triangular para acercarse a España, es una tragedia. Como dice un gran empresario de esas provincias “al triangular se palma dinero”, además de que se hacen menos km cargado, además de que apenas se logra volver al norte de España, o cerca de la frontera francesa pero al otro lado, es que por mucho que se planifique, en esas triangulaciones y en ese cabotaje se acaba cayendo en la improvisación, y cuando se improvisa se pierde dinero, siempre. Este enorme fenómeno del cabotaje del transporte español en Europa, y preferentemente en Francia, está teniendo una segunda consecuencia y es que están saltando chispas con los transportistas locales de esos países. Los franceses ya se han quejado a su ministerio y en general, dentro de la discusión que hay sobre el cabotaje en Europa, todos quieren que se apliquen más estrictamente las normas que ya hay, que recordemos, que pueden llegar a requerir una minuciosa declaración de las operaciones de cabotaje. Recordemos también que en un inicio en Francia se nos obligaba a enviar un fax previo a cada operación de cabotaje explicando de qué origen y a qué destino íbamos. Eso constreñía tremendamente las operaciones y verdaderamente las obstaculizaba muchísimo. Otra cosa es que en las actuales circunstancias tan desesperadas, incluso esos sistemas de control hagan poco por limitar el tráfico. La situación es por tanto extrema, extrema en el sentido de que las flotas españolas se vacían por toda Europa triangulando para llegar de vuelta. Extrema porque en algunos países nuestra flotas se están convirtiendo en importantes jugadores en el tráfico doméstico, sin las ventajas de estar allí establecidos, sin las ventajas de verse como transportistas nacionales, y muchas veces operando, o siendo aceptada su operación porque, uno, son mas baratos y dos, dan margen a terceros para que ganen dinero en estas operaciones pero llevándose la mala fama. Esta situación, que además los transportistas creen que no parece ser temporal, debería hacer reflexionar sobre cómo hacer de ella algo positivo para el transporte español. Este cabotaje está produciendo una internacionalización de las operaciones europeas de las empresas españolas de las empresa españolas de forma forzosa. Una cosa era conseguir un fácil retorno a España derivada de la potencia importadora de los años de la bonanza económica, y otra cosa es convertirse en un operador en territorio extranjero y dentro de su transporte. Las empresas españolas, ante esta situación, que no va a ser temporal, deberían estudiar las fórmulas para sacar el máximo provecho de esta forzada situación, aprender de los mercados nacionales de esos países, lograr alianzas con los transportistas locales, abrirse a ese mercado de forma profesional y con alianzas, y por tanto dar un paso para que con el know how y la sistemática operativa española saquen algo positivo y a largo plazo de las operaciones de cabotaje en Europa. www.maycarr.es]]>