La logística que viene. La logística de la cuarta dimensión. De la impresión 3D a las cápsulas.

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La logística en cuatro dimensiones. Hasta ahora concedíamos la logística y el transporte en tres dimensiones, por tierra, en dos dimensiones hacia un lado, hacia el otro, por el aire y ahora la logística empieza a poder pensar en la cuarta dimensión el espacio y el tiempo.

Mucho se está hablando de las posibilidades de la impresión 3D, es decir, la impresión en tres dimensiones de piezas y componentes a distancia pero el concepto va a ir más allá.

Es verdad que todavía no conocemos las posibilidades, como no las conocíamos cuando se inventó la comunicación a distancia mediante radio que se abren ahora con la impresión en tres dimensiones. Lo conocido hasta ahora son sistemas de impresión limitados a cierto tipo de materiales y cierto tipo de objetos. Aunque ya se empieza a ver una incidencia poco conocida por ejemplo en las piezas y componentes de los automóviles. Piezas y componentes tanto escasas como obsoletas son ya hoy fabricadas en teflón siguiendo los parámetros de la pieza averiada. Es decir, que la impresión 3D ya está aquí y se le van a ir viendo las posibilidades.

Pero más importante que las capacidades técnicas son más importante que las posibilidades de la impresión 3D, con lo importante que va a llegar a ser, es el cambio de paradigma, el cambio de concepto. Es decir, el cambio de pensar que podemos enviar a distancia a cierto tipo de mercancías. A medida que el precio y las posibilidades de las impresoras de tres dimensiones avancen, y a medida que los nuevos materiales hagan la realidad la fabricación de componentes bastante más adaptados a la impresión en tres dimensiones; veremos muchísimas más piezas aptas para fabrica. No hace tanto tiempo que el mundo del envío de documentos cambió cuando se comenzaron a enviar documentos por línea telefónica.

Piénsese en los miles de documentos que viajaban en formato físico, incluso por sistemas de mensajería física rápidas y urgentes porque no se disponía de aquel artilugio que fue el fax. Lo mismo va a pasar con la impresión en tres dimensiones. Cada vez más artículos van a ser susceptibles de ser fabricados de esa forma y que además serán adaptados a poderse fabricar por medio de la tecnología de tres dimensiones por la sencilla razón de que los objetos adaptados a ser fabricados de esa forma serán mucho más baratos porque serán posible darles servicio y mantenimiento de una forma remota con mucha más eficacia. Piénsese también en el stock de piezas y componentes antiguas que de esta forma podrán reproducirse en el momento que sea necesario sin la necesidad de atesorar millones de espacio en almacenes y en estanterías. Va a haber una revolución total en este sentido.

Pero la mayor revolución va a ser el del conocimiento y el del cambio de chip de pensar de esa forma. Hace poco un operador logístico lo advertía, que no sólo es la impresión 3D sino el pensar que podemos mejorar tremendamente el coste del envío de los productos cambiando la fórmula de verlos. Por ejemplo todos aquellos componentes que puedan ser desmaterializados, no solamente por la vía de impresión en tres dimensiones sino por ejemplo por la vía de restarles componentes que son voluminosos como el agua, pueden mejorarse en su distribución de una forma enorme.

Piénsese en todos aquellos componentes a los cuales restándole el agua se le resta el componente de mayor peso y de más incidencia en la logística, desde refrescos que se fabrican siendo constituidos a partir de concentrados, como hasta la leche hasta otros. Eso cambiará la logística de esos productos de forma determinante. Es sencillamente un cambio en la forma de pensar de cómo va a ser nuestra logística la que va a ser determinante en los nuevos procesos.
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